martes, 12 de febrero de 2013

PARA DECIDIR Y CONSIDERAR.....

Necesitaba un ámbito más espacioso, más libre por decirlo de algún modo, donde escribir conceptos de mayor trascendencia....... o cuanto menos, menos acotados al devenir de las redes sociales.  En Facebook o Twitter, la brevedad es la regla y cualquier incursión extensa es desdeñada por un "público" adicto a la inmediatez, cuanto mucho al compromiso de un "Me gusta" o extraordinariamente a un "Compartir", que le permita continuar con el ejercicio de vouyerismo que le ofrece la intromisión consentida en vidas ajenas.
Me propongo provocar un feedback inteligente, en quienes cuenten con ese curioso atributo..... el de la inteligencia, a la vez que abrir un ámbito de discusión desapasionado y desprovisto del fanatismo que nos condiciona a manifestarnos de manera "políticamente correcta" según sea nuestra pertenencia, o nuestra pretensión de pertenecer que no es lo mismo.  Personalmente tengo mucho que aportar y mucho material para compartir, absolutamente inédito y desprovisto de segundas (terceras, cuartas, etc) intenciones, o intereses subalternos o personales.  Todos los que me lean, conocen algo de mi vida, pero como espero ser leído por quienes no gozan de ese conocimiento (no porque mi vida convoque al gozo eh!!!), les informo que aunque han acontecido hechos mucho más trascendentes para mí en 60 años de existencia, lo que me ha instalado en algún momento histórico con total virulencia en la opinión pública, ha sido formar parte de alguna manera en la escandalosa causa por el supuesto desvío de fondos públicos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo.  Hace 20 meses, la Sra Hebe María Pastor de Bonafini, me despedía en su pequeña oficina con un beso en la mejilla, aceptando con cierto dolor manifiesto (al menos en su gestualidad), la renuncia que le ofreciese al comienzo de aquel ominoso proceso.  El 16 de junio de 2011, los diarios haciéndose eco de una información falsa de mi supuesta asunción en la dirección de la institución, arreciaron con una serie de imputaciones caprichosas y maliciosas, que arrojaron a la presidenta de la organización a decidir la aceptación de mi renuncia.  Aquel día comenzaría un nuevo proceso vital, que me revelaría la verdadera dimensión de la verdad y la mentira, de la lealtad y la traición, de la responsabilidad y la indolencia y fundamentalmente de lo JUSTO y lo POLÍTICAMENTE CORRECTO.  Cuando la Justicia (como institución), persigue el resultado políticamente correcto se desdibuja, se desmerece, se desintegra como un castillo de naipes en una playa del sur.
Atesoro en mi memoria una cantidad de hechos y acontecimientos que brotan día a día de manera desordenada.  En cada recuerdo me reivindico en lo actuado, lo hago con personas severamente comprometidas, me desencanto con la historia y ya desde mi posición de hombre del derecho, me desencanto con ciertos colegas, circunstanciales y precarios funcionarios judiciales.  Llevo escritos varios capítulos de un libro que tal vez algún día publicaré y que de momento me ha otorgado la utilidad del recuerdo, el repaso de una faceta de mi vida que pretendió acercarse a mis ideales y me aleja cada día un poco de ellos.  No creo que exista un NEGOCIO DE LOS DERECHOS HUMANOS, como algún pseudo escritor maledicente y marketinero pretende, enlodando un "valor" intencionadamente, así como no existe una Justicia "injusta", existen canallas en posiciones indebidas medrando con valores intocables.  A algunos de ellos, desafortunadamente, los conocí, coordiné labores con ellos, los acompañé y en muchos casos, admiré.
Como un anticipo de mi labor, transcribo el prólogo de mi obra, inédita e inconclusa......

PROLOGO

….. y van….  no se bien cuantas fueron las veces que comencé a escribir esta historia y espero que esta sea la definitiva, la final, la publicable.
En los primeros tiempos la catarsis fue la impronta, volcar sentimientos más que ideas fue el camino andado y creo con empeño, que debo hacer una apuesta a la verdad, a la pura y exclusiva verdad, esa que no reconoce patrones, erróneas y “alteradoras” lealtades, versiones políticamente correctas, ni miedos.  No me asusta que se me acuse de “anti” algo, o de ser funcional a intereses subalternos, si de ser respetuoso por el rigor histórico se trata y si la única lealtad y compromiso que reconozco es el que me vincula con mi propia dignidad.
Dedico este libro a la memoria indeleble de mi padre, de quien tengo la certeza que de haber estado vivo al momento de desatarse la furia de “los que arrasan con todo”, lejos de avergonzarse o dudar, se habría ubicado a mi lado para juntos desandar el camino de la verdad y la justicia, ya que no hubiera dudado de los resultados de su propia educación y el modo de transmitirla a sus hijos.
Todo lo que escriba ha de carecer de especulaciones, siendo lo que pude constatar con mis sentidos, lo que ví, lo que toqué, lo que saboreé y lo que olí.  Y si en el imaginario de esta historia debiera destacar cual de mis sentidos se vio más afectado y vulnerado, diría que justamente fue mi olfato….. hubo mucho olor a podrido, mucho e insoportable.
El título de esta obra fue meticulosamente pensado.  En mis diferentes intentos fue mutando aunque incluyendo siempre la palabra “Sueños”, en homenaje a los que se atrevieron a intentar la aventura de torcer el rumbo inexorable de la historia de sus vidas miserables, a los que creyeron, a los traicionados, a los que fueron rescatados del olvido para retornarlos al ostracismo crónico y sistemático, de tener que seguir siendo funcionales y útiles…… porque la miseria es enemiga de la libertad y la libertad es atrevida con el poder…..
“ARRASADORES DE SUEÑOS” son “ellos” y sus padres (y madres) putativos, los que miraban para otro lado cuando todo pasaba, los que medraban con el prestigio, los que se alimentaban de sus gordas migajas, los que surcaban los cielos, los que nunca preguntaron, los que nunca escucharon….. a su modo, los que completaron la obra arrasando lo que quedaba….. que era mucho….. era gente, ni más ni menos.

Hugo Omar Gallardo